Resolución de Conflicto (Parte 2)

 

INTRODUCCION


El conflicto es una parte inevitable de las relaciones cercanas y puede tener un costo emocional negativo. Se necesita esfuerzo para ignorar a alguien o ser pasivo agresivo, y la ira o culpa que podamos sentir después de explotar a alguien son sentimientos negativos válidos. Sin embargo, el conflicto no siempre es negativo o improductivo.

Mejorar tu competencia para lidiar con conflictos puede producir efectos positivos en el mundo real. Dado que el conflicto está presente en nuestra vida personal y profesional, la capacidad de manejar el conflicto y negociar resultados deseables puede ayudarnos a tener más éxito en ambos.

Todos sabemos por experiencia que la crítica, o los comentarios que evalúan la personalidad, el comportamiento, la apariencia o las elecciones de vida de otra persona, pueden conducir a conflictos.

 

CONFLICTO LABORAL

 

Los conflictos empresariales o laborales son aquellos problemas que surgen al interior de una organización, entre dos o más personas que la integran.

Este tipo de situaciones suelen generar rivalidades, inconformismo, disputas y, en general, un ambiente de trabajo tenso que impide la consecución de objetivos.

Los conflictos empresariales o laborales son aquellos problemas que surgen al interior de una organización, entre dos o más personas que la integran.

Este tipo de situaciones suelen generar rivalidades, inconformismo, disputas y, en general, un ambiente de trabajo tenso que impide la consecución de objetivos.

Si hay algo que todo líder de recursos humanos y directivo de una organización desea e evitar los conflictos laborales y contar con un ambiente laboral sano y agradable que permita que todo el personal pueda desarrollar su trabajo en las mejores condiciones.

Ese objetivo, por lo general, se encuentra con una o varias piedras en el camino: los conflictos laborales, tanto entre colaboradores como entre jefes de áreas y directivos.

 

CONFLICTOS LABORALES COMUNES

1. Ausencia de trabajo en equipo

Se refleja cuando es casi imposible desarrollar un proyecto en conjunto porque uno o varios miembros del equipo o del departamento no logran repartirse las funciones y trabajar en armonía.

2. Mala comunicación

Puede suceder entre los colaboradores o entre los jefes y sus subalternos; este conflicto evita que las tareas cotidianas de cada trabajador puedan desarrollarse bien, causando frustración, retrasos e insatisfacción.

3. Colaboradores con dificultad para relacionarse

Es fácil identificar cuando una persona genera constantemente rumores y malos entendidos, o hace bromas pesadas que incomodan a los demás.

4. Líderes sin liderazgo

Pasa cuando las personas que tienen un cargo de más jerarquía y lideran alguna área de la empresa no logran resultados positivos ni empatía con las personas a cargo; ya sea por una actitud autoritaria, déspota o desordenada.

5. Relaciones amorosas

Algunas empresas prefieren prohibir las relaciones sentimentales entre los colaboradores porque en algunos casos pueden generar conflictos internos que interfieren en la productividad de los implicados.

6. Impuntualidad

Cuando, una y otra vez, un trabajador llega tarde a su trabajo, incumple el horario de las reuniones o no hace sus entregas a tiempo, perjudica el flujo de trabajo y genera descontento con sus jefes y sus pares.

7. Exceso de competitividad

Ser competitivos no es malo, pero cuando todo en el trabajo se convierte en una carrera por el que “haga más” o “logre más”, puede generar rivalidades y envidias que dañan el ambiente.

8. Exceso de trabajo

Sucede cuando cualquier empleado siente que trabaja más de lo que debería o lo estipulado en su contrato. Genera desmotivación, disgusto y mala disposición en el día a día.

¿CÓMO RESOLVER UN CONFLICTO LABORAL?

1. Identifica el conflicto

Una vez te des cuenta de que existe, analízalo con detalle, averigua cuáles fueron las causas y quiénes son los implicados.

2. Recoge todos los puntos de vista

Pregúntale a los implicados por qué surgió el problema y ten en cuenta la versión de cada parte.

3. Valora la situación

Sin ánimo de hacer juicios o ponerse a favor de alguien, analiza el conflicto y todo su contexto.

4. Establece los objetivos

Aquí es donde dejas de centrarte en el problema y miras hacia adelante, pregúntate qué necesita suceder para seguir avanzando.

5. Genera un espacio propio para resolver conflictos

Reúne a los implicados en el conflicto y proporciona un diálogo natural y tranquilo para hablar de la disputa sin prevención y con sinceridad.

 

6. Propón un objetivo en común entre las partes

Aunque las partes no coincidan busca un objetivo, personal o laboral, en el que todos puedan encontrarse para avanzar.

7. Asume responsabilidades

Cuando las partes estén más relajadas y hayan podido encontrar algo en común, invítalas a que cada una reconozca cuáles fueron sus fallas.





    ARBOL DE CONFLICTO

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